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Así operan las bandas clonadoras de tarjetas en Honduras

San Pedro Sula

Luisa Alvarado, una sampedrana que hacía sus compras en un supermercado de una zona de alto poder adquisitivo hace un par de fines de semana, estuvo a punto de tener el lapsus más costoso de su vida.

Por un segundo descuidó su monedero en la carretilla donde hacía sus compras, y en él iba no solo dinero en efectivo, sino varias de sus tarjetas de crédito y cédula de identidad.Del susto por el robo tardó varios minutos en bloquearlas de inmediato y ahí empezó su pesadilla.

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Entre el robo y la denuncia que hizo de inmediato ante la seguridad del supermercado creyendo que podría recuperar su billetera pasaron dos horas, tiempo en el que llamó a su esposo para darle la mala noticia.

De interés

  • > 1) ¡Recuerde! Mantenga siempre a la vista su tarjeta de crédito y revise que la cantidad cobrada en el recibo o “voucher” sea el correcto, al igual que el que recibirá en el SMS de confirmación.
  • > 2) El código CVV es un número único de 3 dígitos que encontrará impreso en números pequeños en la parte de atrás de su tarjeta de crédito. Sirve como un sistema de seguridad para las compras en las que no se requiere que la tarjeta esté presente como, por ejemplo, en las compras por web.
  • > 3) Es importante que no comparta el código CVV con ninguna persona, acquainted o amistad para evitar que realicen compras sin su permiso. Recuerde que este código sirve como protección en casos de clonación de su tarjeta o robo de identidad.

Cuando él ingresó a la sucursal electrónica del banco para ver los estados de cuenta de dos de las tarjetas, el impacto fue irremediable, ya habían gastado más de 150,000 lempiras en compras en línea, además, adquirieron víveres importados en un supermercado muy prestigioso y de paso compraron en una joyería. Con la otra tarjeta llenaron los tanques de flamable de dos carros en dos gasolineras distintas.

“Mi esposo llamó de inmediato al banco. En el primero resolvieron rápido. Todo lo que habían pedido en línea se pudo frenar, menos lo del súper, ahí sí se lograron llevar la compra y fue pérdida para el banco, ya que el seguro nos libró. De lo que gastaron en flamable, como 4,000 lempiras, también se hizo el reclamo, ya que pagamos seguro.No entiendo cómo en las gasolineras les venden a las personas sabiendo que el titular de la tarjeta no estaba presente, porque aunque presentaron mi cédula porque iba en el monedero, period obvio que yo no estaba ahí, me habían robado”, reprochó.

Al closing, la transacción hecha con la segunda de sus tarjetas está en análisis para la reversión y, mientras espera, condena que en dos estaciones de flamable distintas y tiendas de gran prestigio de la ciudad los ladrones hayan podido comprar con libertad.

Sigue en voga

La clonación de tarjetas de crédito y débito y el robo todavía es un delito latente y silencioso en Honduras. No es en vano que en el país se lleven a cabo campañas para combatir este y otros actos ilícitos financieros que han dejado a muchas personas en la ruina económica o con grandes deudas en su haber.

En Honduras, de las 435,935 tarjetas de crédito extendidas a diciembre de 2022, un complete de 205,592 están en poder de mujeres y 230,343 fueron consignadas a hombres.

A fin de conocer los alcances de este flagelo, LA PRENSA Premium tuvo acceso a datos suministrados por la Dirección Normal de Fiscalía (DGF) del Ministerio Público, a través de la solicitud de información No. SOL-MP-1893-2023.

En los últimos cuatro años se han registrado al menos 90 denuncias por clonación de tarjetas. Pese a la recurrencia de este delito no ha habido capturados recientes.

En el pasado fueron desarticuladas varias bandas, particularmente integradas por colombianos.De 2020 a lo que va de 2023, fue el 2022 el que más denuncias registró, con 50, mientras que en lo que va de 2023 ya se reportan seis casos de denuncia por clonación.

En Francisco Morazán se produjo el 62.5% de los delitos, mientras que en Cortés el 14.8%.Además de la clonación, la Fiscalía ha registrado denuncias de otros delitos similares, entre ellos, como la falsificación de tarjetas bancarias y cheques de viaje, así como fabricación o tenencia de instrumentos para cometer estos ilícitos.

De agosto a enero es cuando más recurrencia sucede de este tipo de actos ilícitos, tiempo que coincide con las compras de la temporada de Navidad y fin de año.

Así operan los clonadores

Según información proporcionada por Agentes de Investigación especialistas asignados al Departamento de Delitos Financieros de la Policía Nacional, en Honduras existen registros relacionados a dinero plástico desde 2002.

“Inicialmente se conoció que dos personas, uno de origen colombiano y otro costarricense, ambos del sexo masculino, abordaban a personas o empleados de centros comerciales de mayor prestigio en las principales ciudades del país, a los que facilitaban un aparato a través del cual ellos podían tener acceso a los datos de esa tarjeta”, indican los reportes.

A cambio les ofrecían dinero, entre L5,000 y L20,000 semanalmente, por lo que period una propuesta tentadora, logrando que la mayoría de empleados accedieran a realizar esta actividad, dentro de los cuales se han podido detectar: restaurantes de clase alta, joyerías, gasolineras y supermercados”.

Ese aparato del que hablan, y cuyo uso todavía se mantiene, es un codificador llamado Skimmer, que cabe en la palma de la mano y hasta se puede comprar en tiendas en línea.

La clonación de tarjetas ha sido históricamente uno de los tipos de fraude relacionados con las tarjetas más comunes en todo el mundo, que deja pérdidas anuales por el orden de los 28,650 millones de dólares al año, cifra que se prevé que aumente a 38,500 millones de dólares en 2023, según Nilson Report.

Pues bien, en Honduras lo hacen así: “El empleado del establecimiento comercial ya reclutado solicita la tarjeta al cliente para cancelar su cuenta. Al momento de realizar esta actividad, él pasa dos veces la tarjeta sin el consentimiento del usuario, una por el POS (Level of Sale) en inglés regular y otra por el aparato que le fue facilitado. Es en ese momento donde se vacían los datos, acto seguido, desde otras fuentes proceden a la elaboración de otra tarjeta, la cual tiene la misma información que la auténtica. Es allí donde se materializa clonación”, expuso el investigador.

Flipper Zero, la máquina portátil para clonar

San Pedro Sula. Ciudadanos afectados por la clonación de tarjetas de crédito señalan que en la gasolinera es el lugar donde más les han duplicado los datos de su dinero plástico.

Para hacer la captura de datos, algunos empleados confabulados con las bandas de clonación, muchas veces internacionales, les proveen de un aparato llamado Skimmer el cual les cabe en un bolsillo, ya sea de una camisa o pantalón.

Este aparato extrae los datos de la tarjeta y el documento se puede replicar en otro plástico.En la actualidad hay otro aparato viral y de moda en redes sociales como TikTok. Se llama “Flipper Zero” y cuesta 169 dólares.

Flipper Zero” es un aparato desde el que los hackers amateurs tienen más facilidades para ciertas funciones de “hacking”. A pesar de su pequeño tamaño (1.4 pulgadas), cuenta con una variedad de radios y sensores para interceptar y reproducir señales que permiten abrir y robar información de tarjetas al crédito, clonar llaves, ejecutar ataques de fuerza bruta y emular señales.

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